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viñas libres

Nuestras viñas se han trabajado respetando siempre la tierra donde crecen. Esta es la auténtica finalidad de nuestro trabajo como viticultores: cuidar la tierra.

Somos conscientes del cuidado que debemos tener en la viña pero, al final del camino, la planta es un instrumento pasajero que, por diferentes circunstancias, se acabará sustituyendo. La tierra permanece para siempre, insustituible.
Con esta premisa trabajamos nuestra viña; siempre buscando conseguir una buena selección masal de viñas viejas, para intentar mantener el patrimonio de nuestras variedades autóctonas.
Pensamos que es la única manera de preservar las viñas que desde hace centenares de años han arraigado en las tierras del Maestrazgo, adaptándose a las inclemencias de nuestro clima.
Nuestra viña nunca ha sido trabajada con productos de síntesis, herbicidas, plaguicidas o fertilizantes sintéticos. Mantenemos una cubierta vegetal para hacer frente a los veranos extremadamente secos y utilizamos compost para regular la materia orgánica del suelo, el humus.
Debemos ser conscientes de que, como dice el proverbio: la tierra no la heredamos de nuestros padres, la tomamos prestada a nuestros hijos. Salud!

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